Al igual que a los humanos, parece que a los leones marinos les gusta la eficiencia también. Este enorme león marino sudamericano vio a algunos hombres trabajando en una lonja en la costa, y decidió hacerles una visita en vez de cazar sus propias presas. ¿Por qué molestarse cuando la oportunidad está ahí? Pero al final resultó ser todo un paraíso para un león marino.
Viendo todo ese pescado delante de él, se emocionó mucho, pero mantuvo la calma y esperó pacientemente, esperando que los trabajadores le dieran una golosina. En cuanto uno de ellos le ofreció un tentempié, comenzó a moverse excitado, esperando que hubiera más. Y como véis en el vídeo, no quedó decepcionado. Se quedó, esperando que la generosidad continuara, mientras que los trabajadores intentaban hacer sus tareas a pesar del inesperado visitante mirándolos. Por supuesto, algunos no pudieron resistirse a mirarlo a él.