Pruebas para coronavirus: ¿qué diferencia hay entre un test rápido y un PCR?


Test de diagnóstico rápido dan los resultados en 10-15 minutos. La PCR tarda varias horas. Solo cuando se ha contado con un buen número de pacientes infectado que permite entonces caracterizar los anticuerpos, es que es posible utilizar los test rápidos. La PCR, al contrario, al ser una prueba de diagnóstico directo, se ha podido hacer desde el primer momento en que se secuenció el virus.

La PCR, siglas en inglés de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’, es una prueba que permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno o microorganismo para el diagnóstico de una enfermedad. Durante las últimas semanas, esta prueba se ha estado usando para referenciar positivos en la pandemia del coronavirus Covid-19. Pero, en los últimos días, y gracias a los avances en la investigación, se ha puesto en marcha unos nuevos test de diagnósitico rápido, más sencillos y ágiles pero igual de efectivos.

Aunque ambas técnicas son diferentes, la variedad aporta un punto positivo a la hora de luchar contra el coronavirus Covid-19 y frenar la curva.

La PCR, cuyo uso es común y rutinario en el ambiente sanitario, se basa en las características de estabilidad al calor de una enzima polimerasa, cuyo hallazgo y posterior aplicación mereció el Premio Nobel de Medicina a Kari Mullis y Michael Smith en 1993.

Mediante la PCR se localiza y amplifica un fragmento de material genético, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN. Si tras el análisis en un laboratorio de Microbiología de una muestra respiratoria de una persona sospechosa de estar infectada, la prueba detecta ARN del virus, el resultado es positivo y se confirma que está infectada por el SARS-CoV2.

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Si la técnica de PCR no detecta el material genético del virus, la persona no estaría infectada; cuando hay una sospecha clínica importante se debe realizar otra prueba para asegurar que el paciente no está infectado por el virus».

La PCR detecta el coronavirus con alta especificidad y sensibilidad

La PCR presenta cierto grado de complejidad, por lo que necesita «personal entrenado y preparado para su realización». Tiene unas características básicas que son: alta especificidad, ya que puede diferenciar entre dos microorganismos muy cercanos evolutivamente; alta sensibilidad, ya que puede detectar cantidades de 20 copias/ml, o incluso menos, de material genético viral, y finalmente es precoz porque se detecta virus en las primeras fases de la infección respiratoria.

Desde el inicio de la epidemia se ha realizado el diagnóstico mediante técnicas de PCR pero ahora se empezando a realizarse pruebas mediante una segunda batería de técnicas: los citados test de diagnóstico rápido, que permiten conocer en 10-15 minutos -la PCR tarda varias horas- si una persona está o no infectada.

Cuando se ha contado con un buen número de pacientes infectado, es cuando se ha podido caracterizar los anticuerpos y desarrollar estos test rápidos. La PCR, al contrario, al ser una prueba de diagnóstico directo, se ha podido hacer desde el primer momento en que se secuenció el virus.

A diferencia de la PCR, estos test rápidos no identifican el ARN del virus, sino que detectan, o bien anticuerpos producidos frente al virus utilizando una muestra de sangre, que es otra manera de conocer si el paciente está o ha estado infectado, o bien proteínas del virus presentes en las muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo.

Además de la rapidez, estos test presentan otra ventaja muy importante en el momento actual ya que pueden realizarse en el domicilio de un caso sospechoso, siempre supervisado por un profesional sanitario. Se basan en una inmunocromatografía en papel, es decir, una plataforma que tiene ‘pegados’ las proteínas del virus para detectar anticuerpos o anticuerpos específicos para detectar las proteínas del virus. Su funcionamiento es similar al test de embarazo.

TEST RÁPIDOS DE DETECCIÓN DE ANTICUERPOS PARA DIAGNÓSTICO DE COVID-19


La utilización de test rápidos de detección del COVID-19 ofrece la posibilidad de aumentar las capacidades diagnósticas del Sistema Nacional de Salud. Las pruebas rápidas de detección del COVID-19 permiten obtener resultados en 15 minutos y tienen un formato fácil de utilizar por parte del personal sanitario.

Los estudios de dinámica de generación de anticuerpos frente a SARS-CoV-19 han mostrado que éstos comienzan a producirse a partir del 6º día del inicio de síntomas a la vez que se observa un descenso de la carga viral.

A los 7 días, casi la mitad de los casos tiene anticuerpos totales y a los 15 días casi el 100%, tanto en los casos leves como los graves. Basado en esto, las técnicas de anticuerpos buscan detectar la respuesta inmune de los pacientes la cual aumenta según avanza la infección y ofrecen por tanto la posibilidad de detectar enfermedad activa de varios días de evolución.

La presencia de anticuerpos por otro lado, no excluye la posibilidad de seguir siendo transmisor del virus.
Test de diagnóstico rápido de detección de anticuerpos cuya fiabilidad ha sido estudiada en el Centros Nacionales de Microbiología con muestras de
pacientes de varios hospitales. Este test ha demostrado una especificidad del 100% y una sensibilidad del 64% cuando se aplica en pacientes sin tener en cuenta el tiempo de evolución de la enfermedad, siendo de alrededor del 80% en pacientes con más de 7 días de evolución. Este test serológico no distingue entre IgM e IgG y solo mide la aparición de AC totales.

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